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Belén Funes: "Hacer cine en nuestro país es un deporte de riesgo"

Foto del escritor: Bonus TrackBonus Track

Actualizado: 20 dic 2022

Entrevista realizada en 2020 tras ganar el Goya

Fotografía del Instagram de Belén Funes (@belen__funes)

Es una directora entregada que se deja la piel en cada uno de sus trabajos, en los que retrata a la clase obrera en su esencia más pura. Cuenta esas historias que muchos dejan olvidadas, en un segundo plano, pero que merecen ser contadas. Belén Funes (Barcelona, 1984) es la directora de diversos cortometrajes y de la película La hija de un ladrón, la historia de una joven en la periferia de Barcelona que solo busca “ser una persona normal”. Este largometraje, su ópera prima, le valió a la cineasta el Goya a Mejor Dirección Novel en el año 2020.


El cine suele dejar en un segundo plano la clase obrera. Sin embargo, tú te centras en ella para retratar problemas como la falta de oportunidades o la inestabilidad económica. ¿Buscas darle visibilidad?

A través de mi obra lo que quiero es investigar sobre lo que a primera vista, es invisible. La clase obrera, excepto para algunos cineastas como Ken Loach, ha estado siempre en la retaguardia del cine, eran historias que parecía no tener que ser contadas porque al final reflejan la vida en su forma más cotidiana. A mí me gusta eso del cine, su capacidad de acercarse a lo mundano. Con mis películas lo que quiero es seguir hablando de la gente que conozco y seguir investigando acerca de mi propio medio ambiente.


En tu película La hija de un ladrón enseñas una Barcelona distinta a la que estamos acostumbrados a ver en cine, ¿qué buscas al mostrar esta Barcelona obrera?

Que hay muchas Barcelonas viviendo dentro de la misma ciudad aunque la propaganda siempre caiga del mismo lado. Durante una época parecía que Barcelona sólo era el Paseo de Gracia, la Plaza de Catalunya. Parecía que ésta era una ciudad por la que habían pasado los Juegos Olímpicos y se había vuelto moderna y cosmopolita. Y eso es cierto en algunos aspectos… ¿Pero qué pasa con los que tienen menos privilegios? ¿Qué pasa con los que no pueden pagar 1000 euros de alquiler? ¿Dónde están? Con la película me gustaba la idea de enseñar otra Barcelona, la de la clase obrera que se rompe la espalda trabajando.


"Con la película me gustaba la idea de enseñar otra Barcelona, la de la clase obrera que se rompe la espalda trabajando"

¿De dónde viene la idea de la película? ¿Nace de tu cortometraje Sara a la fuga?

El corto funciona como una especie de prólogo creo, en el que retratamos en su momento, la vida de una adolescente que tenía que crecer sin referentes. La película recoge ese mismo personaje pero de alguna forma yo nunca pensé en darle continuidad. En el fondo creo que lo que hice con La hija de un ladrón fue seguir investigando acerca de esa mujer que es Sara y que está sola contra todo.



¿Por qué Greta Fernández? ¿Pensaste en ella desde el principio para interpretar a Sara?

Greta y yo habíamos trabajado juntas en un cortometraje y a mí ella me gustaba como actriz. Me parecía que le daba a Sara algo que era muy violento y contundente pero frágil a la vez. Era la encarnación de esa imagen que yo buscaba, la de una niña que había tenido que crecer muy rápido. Pensé en ella cuando empecé a ponerle cara al personaje. Escribí la primera versión del guión y se la envié para que me dijera qué pensaba. En seguida se subió al barco.


¿Qué hay de ti en la película? ¿Y en el personaje de Sara?

Espero que muchas cosas pero creo que Sara es posiblemente esa mujer valiente que yo nunca llegaré a ser. Compartimos cierta forma de entender el mundo, soy muy cabezona y poco reflexiva. Aunque la historia no es autobiográfica.



Gracias al personaje de Sara personificas a tantas mujeres que a veces quedan ocultas tras porcentajes… ¿era lo que buscabas?

Sí, queríamos ponerle nombre a alguien que se quedaba detrás de las estadísticas y de alguna forma, hacer un homenaje a todas las mujeres que durante esta crisis económica tan salvaje que hemos vivido, se han mantenido a flote con sudor y lágrimas.


¿Te esperabas el éxito que ha tenido La hija de un ladrón?

No, nunca te esperas nada. Ha sido una sorpresa, yo creía que la película podía interesar pero así… nunca.


¿Qué significó presentar la película en el Festival de San Sebastián?

Pues te puedes imaginar, la primera película que haces te la estrenan en la sección oficial de Donosti. Fueron días muy guays, me lo pasé súper bien y muchos amigos vinieron a estar conmigo. Muy contenta del recibimiento y la acogida que tuvo la película.


En el año 2020 fuiste la única directora nominada de los Premios Goya y te alzaste con el galardón a la mejor dirección novel por la película La hija de un ladrón. ¿Qué significó la nominación y la posterior victoria?

Para mí era algo que yo había soñado, entonces parece que llegas a algún lugar. Al día siguiente te das cuenta de que todo está por hacer. Tuve mucha suerte y me sentí muy feliz por mí y por toda la gente que había participado en la película.


¿Consideras que es difícil hacer cine en nuestro país?

Es un deporte de riesgo, como dice mi productor. Es muy difícil porque hacer películas es muy caro y necesitas que muchos socios distintos entren en tu proyecto para poder financiarlo. Y no es fácil invertir en un negocio que hoy día es en muchas ocasiones deficitario.



 
 

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